Esta ejecutiva de Scotiabank está derrumbando barreras y tendiendo puentes en la banca global.
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¿Qué se necesita para transformar todo un sector? Dar pequeños pasos deliberada y sistemáticamente.
Marta Cano Escobar, Directora Ejecutiva y Directora Global de Ventas de Derivados de Acciones Corporativas e Institucionales, Banca y Mercados Globales de Scotiabank, está haciendo precisamente eso. Con un profundo compromiso con la Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI), está revolucionando la forma en que concebimos el rol de aliados en el mundo bancario.
La trayectoria de Marta, que pasó de ser la única ingeniera en obras de Colombia a promotora de iniciativas DEI en un importante banco global, es sencillamente inspiradora. Su historia es un poderoso recordatorio de que el verdadero liderazgo consiste en motivar los demás y velar por que todos sean escuchados.
Marta Cano Escobar
Directora Ejecutiva y Directora Global de Ventas de Derivados de Acciones Corporativas e Institucionales, Banca y Mercados Globales, Scotiabank
Marta aprendió rápidamente que los aliados suelen manifestarse de maneras inesperadas. Como ingeniera civil que trabajaba en Colombia, a menudo era la única mujer en las grandes obras y se sentía aislada e ignorada. "No era un lugar donde pudiera expresar mis ideas, especialmente con mis jefes. No había mucho compañerismo".
Sin pensarlo, se relacionó muy bien con los obreros que realizaban tareas manuales pesadas. "Aunque era la única mujer en la obra y podían haberme tratado de forma muy diferente, siempre fueron las personas más amables con las que trabajé", recuerda Marta. La ayudaron a sentirse segura mientras trabajaba en la obra hasta altas horas de la noche, acompañándola hasta su vehículo y cerciorándose de que estuviera bien. Los obreros eran sus aliados, creaban un ambiente de afirmación y cordialidad que le hacía sentir como uno de ellos. Gracias a su actitud de aliados, podía dar lo mejor de sí en la obra sabiendo que trabajaba con personas que no la discriminaban por su género. Aceptaron la diversidad que aportó al trabajo y emplearon sus privilegios como hombres para demostrarle su apoyo.
"Fueron la mejor clase de personas con las que he podido trabajar y me enseñaron que aunque uno tenga ciertos privilegios en comparación con otros, lo que importa es cómo se usa ese privilegio". Esta lección, y otras que recibió a través del premio WCM Executive Coaching Award en 2017 son las que transmite en su coaching a equipos como Directora Ejecutiva y Directora Global de Ventas de Derivados de Acciones Corporativas e Institucionales en Scotiabank. También es Copresidenta y Promotora Ejecutiva de DEI de Banca y Mercados Globales. Su gran objetivo es nivelar el terreno para que todo el mundo pueda sentarse a la mesa. "Todos necesitamos un aliado. Todos tenemos privilegios sobre los demás. Tenemos que esforzarnos juntos para que la vida de todos sea mejor".
De la ingeniería a Banca Global
Se autoproclama "un cerebrito desde el principio". Marta nació en una familia de ingenieros y arquitectos. Su padre dirigía su propia empresa de ingeniería en Colombia. Como destacaba en matemáticas, no dudó en estudiar ingeniería civil en la Escuela de Ingeniería de Antioquia después de la escuela secundaria.
"Me fui directamente a la obra", dice, trabajando en grandes proyectos de infraestructura como nodos de transporte, establecimientos de grandes superficies, hoteles y edificios de apartamentos. "Usaba casco, overoles y trabajaba con hombres de veinte y pico de años como ingeniera residente de estructuras de concreto. Era un sitio peligroso, lleno de polvo, sucio y las horas eran largas". A Marta le encantaba construir estructuras que resistieran el paso del tiempo. "Como ingeniero, tienes que medir, volver a medir y medir tres veces porque hay vidas en juego. Requiere una concentración y una pasión extremas".
Mientras trabajaba en la construcción de un hotel y un centro comercial en Panamá, Marta conoció por primera vez el mundo de las finanzas. Como gerente adjunta del proyecto, dirigía las conversaciones con los ejecutivos bancarios que financiaban el proyecto. "Se vestían muy bonito y estaban muy familiarizados con los números; sin duda me interesaba pasar a un puesto en el que no me llenara de polvo ni tuviera que ponerme botas para trabajar".
Esto llevó a Marta a Canadá, donde obtuvo su MBA en la Schulich School of Business de la Universidad de York. Se enteró del Programa Rotativo de Ventas y Negociación de Mercados de Capitales Globales de Scotiabank, una iniciativa de 12 a 18 meses de duración para estudiantes que desean incursionar en la banca. Eso fue en 2006. Casi 18 años después, Marta sigue trabajando en el Banco, donde ha pasado de ser asociada de Banca y Mercados Globales a manejar la Mesa de Títulos Estructurados del Banco en Canadá y dirigir equipos de ventas de derivados sobre acciones en todo el mundo.
"Scotiabank me ha dado muchas oportunidades para desarrollar mi carrera. Al principio no había muchas mujeres latinas en el mundo de la banca, y a veces parecía que no podías levantar la mano o inscribirte en programas para superarte, pero mis líderes vieron mi pasión y de lo que era capaz. Me promovieron. Fueron mis aliados. Me ayudaron a crecer".
Pasión por la DEI
"Una vez escuché describir lo que es ser aliado y DEI de la siguiente manera: diversidad es que te inviten a la fiesta; inclusión es que te saquen a bailar; y el aliado es el DJ que pone todo tipo de música para que todo el mundo se divierta. Es una excelente analogía porque demuestra que cuando todos trabajamos juntos, todos podemos prosperar", afirma.
"Tenemos que darnos cuenta de que cada uno de nosotros necesita un aliado. Todos necesitamos apoyo". Esto es tan cierto para las mujeres de los grupos que merecen equidad que quieren romper esas barreras invisibles como para los hombres blancos que enfrentan problemas de salud mental que afectan su bienestar, añade Marta. "El reto en todos estos debates sobre DEI es discutirlo con la mentalidad adecuada y velar por que todo el mundo se beneficie de las políticas que se pongan en marcha. No se trata de una situación en la que lo que uno gana, otro necesariamente pierde. A todos nos va mejor cuando surgimos juntos".
Marta se opone a la cultura de la cancelación por ser demasiado polarizadora. "Si no puedes equivocarte, no puedes aprender. Recuerdo que al principio algunas personas se ponían nerviosas cuando nombraban el término LGBTQ+ porque les preocupaba equivocarse en el orden de las letras. Pero yo les decía a todos que no se puede empezar el rol de aliado con un sentimiento de temor".
La galardonada líder trabaja con ahínco por crear un espacio seguro en el que todos sus empleados sientan que pueden escuchar, aprender y crecer como aliados. Se esfuerza por mostrarse auténtica y habla de los retos a los que se ha enfrentado para desarrollar su carrera en las últimas dos décadas. "Soy latina. Alzo la voz y soy apasionada. Como mujer, a menudo me he reprimido por todo esto, pero he aprendido que cuando lo hago, no ayudo en nada a todos los que me rodean. Así que he aprendido a usar mis puntos fuertes de forma positiva y a canalizarlos, para que la gente me escuche".
Marta ofrece consejos educativos para empoderar a las empleadas más jóvenes. Un ejemplo es llegar temprano a las reuniones para "sentarte en el centro de la mesa de la sala de juntas. Allí estarás en medio de la conversación en vez de en la esquina, donde te pueden pasar por alto". También concede a todo el mundo el beneficio de la duda y replantea las situaciones para entender la posible motivación de las equivocaciones de alguien, sin avergonzar ni etiquetar negativamente a nadie.
Su objetivo es derribar barreras y unir a la gente en torno al objetivo común de escuchar, aprender y crecer juntos. "Es difícil hacer que la gente vea tu punto de vista. A veces vivimos en un entorno donde solo escuchamos opiniones similares a las nuestras, lo que dificulta ver otros puntos de vista. Eso es verdad para todos. Hay que negociar y comunicarse mucho para que la gente entienda lo que todos estamos tratando de hacer", afirma. "Pero los aliados están en todas partes. Solo tenemos que darnos cuenta de cómo incorporarlos a cada conversación. Sé que es mucho trabajo, pero todos tenemos que mantener esta conversación sobre la DEI, ya sea en una obra de construcción o en el piso de operaciones bursátiles."