Robert Williams, Vicepresidente Sénior, Banca Corporativa y Comercial Internacional de Scotiabank, analiza los conocimientos especializados y el valor que puede aportar Scotiabank al facilitar transacciones con empresas que operan en América Latina.
Las economías latinoamericanas continúan creciendo y captando cada vez más el interés de los inversionistas institucionales de las economías desarrolladas. Estos inversionistas están ansiosos por diversificar sus inversiones en los sectores latinoamericanos de energía, minería e infraestructura y otras oportunidades en mercados que se están ajustando más a sus perfiles de riesgo institucional. Sin embargo, esta situación ha llevado a centrar más la atención en el papel de la banca de inversión y corporativa y la experiencia y el valor que este socio puede aportar para facilitar las transacciones entre las empresas con operaciones en América Latina y los inversionistas corporativos.
Para conocer más sobre el nuevo papel del socio bancario corporativo, conversamos con Robert Williams, Vicepresidente Sénior, Banca Corporativa y Comercial Internacional de Scotiabank.
Los clientes globales necesitan bancos globales
La naturaleza cambiante tanto de los inversionistas institucionales como de las empresas con operaciones en América Latina ha llevado a un cambio de expectativas con respecto a los socios de banca corporativa y de inversión que captan a estos participantes del mercado. Williams señala que el enfoque cada vez más global de ambas partes de la transacción de banca de inversión exige mucho más de la institución financiera intermediaria que la facilita. Los inversionistas corporativos, sean de Estados Unidos, Europa, Asia u otros centros financieros, están buscando cada vez más acceso a ese mercado de alto crecimiento y favorable a la inversión representado por un grupo selecto de economías latinoamericanas, como Brasil y la Alianza del Pacífico (México, Chile, Colombia y Perú).
Al mismo tiempo, según informa Williams, los clientes corporativos de América Latina también tienden a ser transnacionales por naturaleza. Entre ellos se incluyen las "multilatinas" o empresas con sede en un mercado latinoamericano, pero con operaciones importantes en otros mercados de América Latina y posiblemente fuera de esta área. Existe otro tipo de clientes, como empresas procedentes de fuera de América Latina que poseen intereses importantes en esta área (p. ej., una petrolera canadiense grande con operaciones de perforación en Brasil). Estos clientes globales necesitan también un socio bancario de alcance global, afirma Williams.
Agrega que “hace apenas un par de años, las expectativas de muchos clientes con respecto a instituciones financieras en diferentes regiones eran que estas actuaran básicamente como socio prestamista, mediante endeudamiento con el Banco. Con el correr del tiempo, el panorama competitivo se ha intensificado y los clientes se han vuelto más sofisticados con el ingreso de las empresas multinacionales que realizan fuertes inversiones en los mercados latinoamericanos. Esto ha llevado a los clientes a buscar ofertas de productos y propuestas de valor más sofisticadas que el simple préstamo tradicional”.
Por qué las conexiones de un banco constituyen un factor de distinción
La mayor sofisticación y la naturaleza estructurada de estas transacciones de asignación de fondos han llevado a centrar la atención en la capacidad de la banca corporativa y de inversión y los servicios diferenciados que esta puede prestar. Si bien las necesidades de los clientes de banca corporativa y de inversión varían de una empresa a otra y de una transacción a otra, Williams ha observado algunos aspectos en común que caracterizan a un socio bancario global eficaz e interconectado.
Explica que, a menudo, el primer criterio de evaluación de un banco global es su capacidad para brindar soluciones de préstamo, servicios comerciales auxiliares y productos del mercado de capitales en todos los mercados pertinentes a los clientes globales y transnacionales. Otro factor importante es la capacidad de identificar y asesorar sobre posibles oportunidades de negocios para los clientes, particularmente aquellos con capacidad para realizar inversiones o adquisiciones estratégicas fuera de sus fronteras nacionales. En definitiva, señala Williams, un banco global interconectado tiene que poder generar certeza y una integración perfecta: los conocimientos especializados para hacerse cargo de las transacciones y los servicios necesarios y la capacidad para hacer negocios en una serie de mercados geográficos a través de operaciones en el terreno integradas.
“Tiene que haber interconexión con respecto a las relaciones bancarias”, explica. “De esta manera se contribuye a crear un nivel de confianza y fluidez para las transacciones, de modo que el cliente pueda tratar cómodamente con los especialistas bancarios en las diferentes regiones geográficas donde tanto el banco como el cliente realizan operaciones. Esto se aplica a la gama completa de servicios de banca corporativa y de inversión, desde abrir cuentas empresariales hasta ayudar a los clientes a encontrar las oportunidades que buscan en un mercado que el banco conoce perfectamente. De eso se trata la interconexión.”
El compromiso y la presencia creciente de Scotiabank en América Latina
En lo que respecta a las conexiones a nivel del continente americano, Scotiabank predica con el ejemplo. El Banco, si bien es una institución con sede en Canadá, ha tenido operaciones en América Latina desde hace más de 50 años, las cuales ha hecho crecer o mantenido sostenidamente a lo largo de una serie de ciclos del mercado.
Entre el gran número de industrias latinoamericanas en las que Scotiabank aprovecha su experiencia están las telecomunicaciones, ámbito en que el Banco estructura, suscribe y asesora sobre las actividades de fusión y adquisición que impulsan buena parte de la expansión en esta área. En el sector de energía, Williams señala que Scotiabank suele actuar brindando asesoría crítica a empresas de los mercados desarrollados, particularmente aquellas domiciliadas en Europa que poseen operaciones en América Latina, pero que están reconfigurando sus tenencias para no depender exclusivamente de los combustibles generadores de emisiones de carbono. En minería, Scotiabank hace poco prestó servicios como colocador conjunto en la emisión de US$2,000 millones en bonos de Codelco, entidad cuasiestatal chilena que es la empresa productora de cobre más grande del mundo.
“Contamos con un equipo de banca corporativa y de inversión muy bien informado y comprometido y una estrategia centrada en el cliente que aseguran que nos enfoquemos en brindar a nuestros clientes soluciones integrales y la información y la asesoría pertinentes”, indica Williams. “En América Latina, tenemos personal en el terreno en todo momento, lo que nos da una perspectiva única. Además, no solo nos centramos en la clientela corporativa y comercial, sino que nuestras amplias operaciones de banca personal también nos permiten estar muy enterados de las tendencias de consumo en estos mercados. Toda esta información de primera mano se traduce en importantes perspectivas que constituyen una ventaja para nuestros clientes de banca corporativa y de inversión.”
Para obtener más información sobre las soluciones bancarias de Scotiabank en las Américas, ponte en contacto con:
Robert Williams
Gerente General de Costa Rica y Vicepresidente Sénior para Centroamérica
Teléfono: 416-863-7232